Desde tempranas horas, se activó el servicio de transporte público pertenecientes a las rutas urbanas, respetando el 50% de la capacidad por unidad.
Entre tanto, las calles del centro de la ciudad con la flexibilización lucieron abarrotadas de carros y personas haciendo compras en los diferentes comercios.
Los establecimientos comerciales como: panaderías, abastos, tiendas, farmacia, supermercados abrieron sus puertas.
En muchos de ellos, el factor común fueron las colas para ingresar a los locales.